jueves, 19 de marzo de 2015

CAPITULO 1 [TERCERA PARTE]

Sentía un dolor horrible en mi pierna. Aún no podía abrir los ojos, pero estaba consciente de lo que estaba pasando. Escuchaba con mucha claridad las voces en mí alrededor.
< ¡Doctor! Está respondiendo>
Decía, lo que parecía ser a mis oídos, una enfermera.
< ¿Angie, puedes escucharme? ¿Puedes mover algo?>
Sabía que podía. ¡Mis dedos, sí! Traté de mover mi dedo índice y con un gran éxito lo logré.
< Angie, ¡Despierta amiga! Por favor, abre los ojos>
Escuchaba los sollozos de una chica.
<Señorita, ¿cómo entró aquí?> preguntó la enfermera.
<Es mi amiga, tengo derecho a verla>
Hubo un poco de silencio. Dios, me desesperaba no poder abrir los ojos.
< ¿Se pondrá bien doctor?> preguntó una voz vagamente familiar.
<Sí, creo que nuestros estudios estaban erróneos. Ella se repondrá más rápido de lo esperado jóvenes. Tienen una hora para que la vean>
Escuché como los pasos pesados del señor que estaba a mi lado, el doctor, se dirigían hacia la salida de la habitación.
<Cálmate Valeria, ella es fuerte, estará bien>, < ¿Estás seguro?>, <Al 100%>.
20 de Junio de 2008
Escuchaba como los pajarillos cantaban hermosamente por la ventanilla de la habitación, en el apenas amanecido cielo. Abrí los ojos lentamente y él estaba ahí. El chico del cine, el de mi sueño extraño, mi ángel guardián. La noche anterior había podido entre abrir los ojos un poco. Eso me alegraba. Y ahora él estaba ahí como de costumbre. Todos éstos días en los que he estado internada en éste hospital, siento su presencia viva a mi lado. Aunque la enfermera llamara a la puerta y dijera que la hora de visitas había terminado. Él se podía haber ido, pero su presencia seguía intacta. La sentía conmigo día y noche.
-Buenos días Angie –Susurró mientras se ponía de pie e iba hacia mí -¿Cómo te sientes?
-Bien –Respondí con un hilo de voz -¿Qué tal me veo ángel?
Él sonrió extrañado
-Hermosa como siempre, ¿por qué me llamas ángel?
Posó su mano en mi frente y la acarició con su dedo pulgar
-Eres mi ángel guardián, ¿no es así?
Lo miré directamente a los ojos. Eran los mismos ojos color azul que me encontraron aquella vez en mi sueño extraño. En el que él me confesaba que estaba embarazada
-Debes descansar –Se inclinó hacia mí y me besó la frente
-¿No es así? –Volví a repetir mirándolo de nuevo
-Descansa Angie
Se sentó en la silla que estaba del lado izquierdo de la cama. Fijando su mirada de nuevo en mí
-¿Hace tiempo escuché a una chica, que decía que yo era su amiga, quién era?
Miré hacia cada rincón de la habitación, pero no había rastro de ella-.
-Se llama Valeria, es tu mejor amiga Angie. Le dije que fuera a descansar, estaba exhausta. No ha dormido en todos estos días por estar al pendiente de ti.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Exactamente, una semana. Te has estado recuperando muy bien Angie. Tu pierna está mucho mejor
Rápidamente miré mi pierna debajo de las sábanas. ¿Qué rayos había pasado, no recordaba nada, solamente el último sueño?
-¿Qué fue lo que pasó?
Estaba poniéndome nerviosa. Sí, había tenido un accidente, pero, no recuerdo ni por qué, ni que había pasado. Solo lo recuerdo a él
-Bien, creo que es hora de empezar
Sonrió dulcemente y acercó la silla hasta la orilla de la cama
-Mi nombre es Nicola. ¿Me recuerdas? -Arqueó una ceja y esperó mi respuesta
-Sí, eres mi ángel guardián –Sonreí y él lo hizo también
- Angie, soy el chico que estaba afuera del cine. ¿Me recuerdas?
Hice una pequeña mueca. Estaba tratando de recordar. Era en vano
-No, eres mi ángel guardián. No lo niegues Nicola
Reí un poco y sentí un dolor en las costillas
-No te rías o te dolerán más las heridas –Se rio y me tomó la mano -Aun teniendo amnesia eres muy inteligente mujer. Y sí Angie, soy tu ángel guardián, mi nombre es Nicola. Estoy aquí para cuidarte los siguientes nueve meses y lo que resta de tu vida
-–Lo sabía, él no podía ocultármelo
-No, no puedo
Bajó su mirada y se volvió de nuevo a mí
-Saldrás en unos cuantos días de aquí y te irás conmigo.
-¿A dónde? –Pregunté inocentemente
-A mi casa, estás en mucho peligro en ése apartamento en el que vives.
-¿Peligro de qué?
- Angie, tendremos tiempo de hablar después
Él estaba por soltarme la mano, pero lo detuve
-Dímelo, quiero saberlo
Dio un suspiro y me miró serio
-Está bien, pero esto no lo debe de saber nadie Angie, nadie

Tragué saliva. Creo que esto iba a estar fuerte

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ok reina ya publique tres capitulos mas pero tratare de colgar unas tres mas. ☺

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